Cuando Trump propuso construir un muro masivo en la frontera para detener la inmigración de México a Estados Unidos, muchos cuestionaron su discurso nativista y se mostraron escépticos con el plan de pago que todavía no existe. Pero casi nadie se preguntó: “¿Cómo se vería este muro?”
Ante la convocatoria del gobierno estadounidense para el “diseño y rendición de varios prototipos de muros en la vecindad de la frontera de Estados Unidos con México” un grupo de diseñadores comenzó a explorar la estética del muro.
“Uno de nuestros objetivos es evitar imitar la Gran Muralla de China o el Muro de Berlín o esas tipologías que representan la división”, el arquitecto Francisco Llado, del grupo DOMO basado en Miami, le dijo al diario Politico. “Nuestro diseño no se basa en la división, sino en un sentido de unidad y funcionalidad sostenible”.
Claro. Cuando las personas piensan en ‘unidad’ se imaginan un ‘muro gigante’.
La compañía de arquitectura DOMO propone construir una estructura hecha de contenedores de transporte que han sido modificados para mantener la estética visual de la naturaleza de la región fronteriza. El muro también incluiría varios elementos ecológicos como paneles solares, unidades para recolectar agua, y pequeños departamentos en las zonas más pobladas de la zona fronteriza, Llado le explicó a Politico.
Sí, lo leíste bien. La gente podría vivir dentro del muro.
“Esto es una manera diferente de hablar sobre el muro que es sostenible, funcionable, y esperamos que sea beneficioso para la sociedad de alguna forma, también para la flora, fauna, el paisaje, etc.”, Llado le dijo a Politico.
Okay…
Independientemente del diseño bonito e ingenioso, esta propuesta parece desviarse un poco de la idea original de Trump. No importa qué tan bello o ecológico sea el diseño, un muro gigante que separa a dos países todavía es un muro.
Aún sería una barrera para una nación que solía darle la bienvenida a todos bajo el emblema "dame a tus cansados, tus pobres, tus masas deseando respirar libremente".
El famoso Checkpoint Charlie del Muro de Berlín no era terrible por su diseño. Era terrible porque dividía físicamente a las personas. En pocas palabras: un puerco con lápiz labial sigue siendo un puerco.
Es muy probable que el diseño de DOMO no se materialice. Llado le dijo a Politico que su idea simplemente es un ejercicio de arquitectura innovadora. Es decir, no es una declaración política. Sin embargo, el grupo supuestamente está contemplando presentar una propuesta formal para la licitación del muro.