Escribir los ensayos de la universidad da hueva. Pero da más hueva cuando tu profesor te acusa de haber plagiado algo que escribiste tu mismo. ¿Qué te acusen de plagio por que usaste una palabra completamente válida? No mames.
Pero eso es exactamente lo que le pasó a Tiffany Martínez, una estudiante de la Universidad de Suffolk que asegura que su profesor la acusó de plagiar un ensayo simplemente porque usó la palabra ‘hence’ (que significa “por lo tanto” en español).
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“Hoy por la mañana, mi profesor me devolvió mi ensayo (una crítica literaria) en frente de toda la clase y exclamó ‘este no es tu lenguaje’”, escribió Martínez en una entrada de blog llamada Academia, Love Me Back. “En la parte superior de la página escribió con tinta azul: ‘Por favor indica en qué partes copiaste y pegaste”.
Ellos asumieron que el trabajo que había entregado no era mío. Mi profesor no me preguntó si era mi lenguaje, ellos me acusaron inmediatamente enfrente de mis compañeros. En la segunda página del ensayo el profesor circuló la palabra 'Hence' y escribió entre las oraciones "Esta no es tu palabra". La palabra "no" estaba subrayada. Dos veces. Mi profesor asumió que alguien como yo nunca usaría un lenguaje así.
Martínez, quien se describe como una “estudiante de universidad de primera generación, ciudadana estadounidense de primera generación y alguien que aspira a ser profesora universitaria”, le dijo a BuzzFeed que denunció el incidente ante el director de la facultad de sociología, ya que “conoce muy bien mi trabajo y mi escritura”.
“Leyó mi trabajo y sólo tenía cosas buenas que decir”, aseguró Martínez.
Tras el incidente, la entrada en el blog de Martínez ha generado una enorme cantidad de apoyo en las redes sociales, con miles de personas comentando sobre su ensayo. Se ha reportado que más de 100,000 personas han usado el hashtag #hence en Twitter desde que publicó su historia.
También se envió una petición apoyando a Martínez con casi 200 firmas a la Universidad de Suffolk.
“El punto de este correo es expresar nuestro apoyo hacia la Señorita Martínez y a todos los estudiantes del mismo calibre”, lee la petición. “Lo que le diríamos, si tuviéramos la oportunidad, es que la ignorancia e intolerancia de un miembro de la facultad de ninguna manera disminuye sus logros o sus posibilidades. Nosotros también creemos que su ambición se ha fortalecido y que este acontecimiento solamente ha aumentado la probabilidad de que se convierta en una miembro del profesorado universitario”.
La experiencia de Martínez también ha llamado la atención de los administradores de la universidad, quienes escribieron un correo electrónico dirigido a los alumnos en el aseguraron que “como una institución que fue fundada con los principios más altos de inclusión y respeto, nos tomamos esto y otros asuntos muy en serio”.
Al hablar con el Suffolk Journal, Martínez dijo que espera que la “personas sean más educadas sobre estas cosas, porque sé que muchas personas ya están leyendo mis cosas y no entienden porque es un problema para mi”.
“Mucha gente no tiene las experiencias que yo tengo”, le dijo al periódico. “Mucha gente no entiende cuánto duele cuando le dices a una estudiante que ha estado luchando para ser validada toda su vida que su trabajo escolar no es suyo”.
A pesar del incidente, Martínez ha demostrado que no se raja cuando es tiempo de denunciar una injusticia, sino que lucha para acabar con ella para que otros no tengan que soportar lo que ella ha vivido.
“El campo de la academia no está funcionando y borra las narrativas de gente como yo”, escribió en su entrada de blog. “Todos tenemos que trabajar para arreglar la falta de diversidad y el entendimiento entre las comunidades marginalizadas. Todos tenemos trabajo que hacer. Se necesita trabajar en la academia”.