Un juez federal en Texas ha desestimado una demanda contra la ciudad de Austin y el Condado de Travis presentada por el fiscal general del estado Ken Paxton. Esto representa el primer fracaso en la defensa de la nueva ley que prohíbe políticas que protejan a los inmigrantes indocumentados de las autoridades federales.
El juez Sam Sparks desestimó el juicio, afirmando que Paxton no puede demandar a una ciudad por una ley que todavía no se ha implementado, informó el diario The Austin American-Statesman el miércoles por la noche.
“Por el hecho de que la ley SB4 no entrará en vigor hasta el 1 de septiembre de 2017, es imposible que los acusados lleven a cabo acciones que estarían violando las leyes actuales”, leía la decisión de Sparks. “El simple hecho de que una política municipal fuera implementada antes de que se firmara otra ley, o que siga en efecto antes de que la nueva ley entre en vigor, no equivale a la violación de una ley”.
Paxton presentó la demanda después de que el gobernador de Texas, Greg Abbott —quien ha dado prioridad a terminar con las llamadas ciudades santuario—, firmara el Proyecto de Ley del Senado el 4 en mayo. Lo designó como un tema de “emergencia” para proteger a los texanos de una supuesta plaga de inmigrantes indocumentados violentos.
La lucha contra esta política migratoria apenas va empezando y la oposición ahora batallará contra otro juicio en San Antonio basado en esta ley. Los grupos de inmigrantes han recibido esta noticia como “el primer paso” para anular la ley discriminatoria.
Este artículo se publicó originalmente en inglés.