El presidente estadounidense Donald Trump fue acusado esta semana de aceptar un pago de la organización benéfica de su hijo Eric para llevar a cabo un evento de recaudación de fondos para jóvenes con cáncer en uno de sus campos de golf.
Una investigación de la revista Forbes afirma que la organización de Eric, la cual hace donaciones al hospital de niños con cáncer St. Jude’s, supuestamente le pagó cientos de miles de dólares al Trump National Golf Club de Nueva York. Trump ha dicho que nunca cobra por el uso de sus instalaciones cuando se trata de obras benéficas. Forbes subraya que el pago podría “violar leyes tributarias” que prohíben ciertas transacciones entre empresas hermanas o familiares.
Ahora la familia Trump está siendo criticada por supuestamente aprovecharse de niños enfermos.
Mmmm…. ¿A qué les suena?
En enero, varios medios informaron que la Secretaría de Salud del estado de Veracruz supuestamente le dio agua destilada en vez de quimioterapias a niños enfermos de cáncer durante la administración de Javier Duarte, el gobernador priista que fue detenido hace algunas semanas en Guatemala tras una serie de escándalos de corrupción.
Las “quimioterapias falsas” de Veracruz han pasado a la historia como uno de los ejemplos más descabellados de corrupción en México.
Trump no es Duarte. Cobrar por el uso de sus instalaciones claramente no tiene nada que ver con darle medicina falsa a niños que se encuentran en una situación de vida o muerte. Pero al parecer, ambos políticos están más interesados en la lana que en hacer algo bueno por los jóvenes que viven con una enfermedad grave.
No es la primera vez que Trump ha sido acusado de participar en supuestas estafas. Durante la campaña presidencial, el magnate de las bienes raíces fue acusado de engañar a miles de personas que se inscribieron en su universidad patito.