Una estudiante de tercer año de la preparatoria en Nueva York fue detenida en una cárcel de inmigración porque supuestamente fue vista con estudiantes sospechosos de ser miembros de la pandilla MS-13, según un informe del noticiero WNYC.
Vanessa, el pseudónimo que el noticiero usa para referirse a la estudiante, llegó a Estados Unidos a pie desde El Salvador hace dos años. Tenía 16 años y no le acompañaba ningún padre o tutor legal según los reportes de WNYC.
Un memorándum escrito por la Oficina de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) que consiguió el medio citado dice que Vanessa supuestamente fue vista en su preparatoria “con otros miembros de MS-13”.
La MS-13 ha sido un tema de conversación recurrente para la administración Trump, la cual usa el peligro que la pandilla representa como una herramienta para fomentar un sentimiento antimigratorio y seguir su cruzada contra las ciudades santuario por todo el país.
“Las ciudades santuario simplemente hacen más difícil o imposible sacar a los miembros de la pandilla”, dijo el actual director de ICE Thomas Homan el mes pasado. “Unidos, nuestra pandilla es más grande que la de ellos”.
La simple sospecha de que Vanessa estaba conectada a la pandilla acabó por causar su detención en el área de inmigrantes de una cárcel de New Jersey durante un mes.
“Tras su afiliación con una pandilla violenta, ella no debería recibir ningún servicio migratorio ni protección ni beneficio o se lo contrario, debería ser liberada. Dependiendo de los resultados del procedimiento de deportación”, explicó el memorándum.
Eventualmente, un juez decidió que simplemente ser vista conviviendo con personas sospechosas de ser miembros de una pandilla no era suficiente razón para detener a alguien y Vanessa fue liberada.
Su caso fue extremo, pero los activistas dicen que usar alegaciones de afiliación con una pandilla no es es algo que esté fuera de lo normal actualmente.
La Unión de Libertades Civiles de Nueva York (NYCLU, por sus siglas en inglés) emitió una carta el mes pasado condenando a las autoridades por detener personas menores de edad como Vanessa por supuestas conexiones con miembros de pandillas. Según el NYCLU, las autoridades afirman que “traer una camisa blanca a la escuela, jugar al fútbol con supuestos miembros de pandillas [o] ponerse ropa con el logotipo de los Chicago Bulls” pueden ser indicadores de afiliación a una pandilla y han sido causa de detención de por lo menos nueve jóvenes.
Estos incidentes les preocupan a los activistas. Opinan que los estudiantes están siendo vigilados por policías en los aulas y que la información se está pasando a otras agencias policiacas y posiblemente a las autoridades migratorias. El reportaje del WNYC explica:
WNYC preguntó al comisionado de policía del condado de Suffolk, Timothy Sini, cómo los estudiantes suspendidos en la escuela habían llegado a las manos de la policía migratoria.
“Hay varias posibilidades”, dijo Sini. “Y mis respetos a los policías escolares por ser diligentes”.
Con respecto a Vanessa, estaría en su último año de preparatoria el próximo año. Pero ahora no quiere regresar a la escuela. Según WNYC, “tiene un caso de deportación pendiente”.
“Me da miedo regresar”, le dijo a WNYC. “Mira todo lo que me pasó simplemente por ir a la escuela”.
Este artículo fue publicado originalmente en inglés.